sábado, 17 de abril de 2010

moscas


Camino bajo el asfalto mojado sin deseos de existir, subyugado por una extraña melancolía que me hace sentir completamente débil, desprotegido, lisiado de toda cordura aparente.

Me detengo, ya estoy harto de divagar por esta ciudad de aburrida existencia, los mismos autómatas que se hacen llamar gente, los mismos lugares plomos, detestables, repulsivos, cansados, húmedos que se mezclan de forma uniforme y sin diferencia con lo bueno, sutil y delicado.

Compré vodka y un poco de pan. No, miento, compré tan solo vodka ya que no me alcanzó para alimentos y como siempre, preferí emborracharme antes de comer. Seguí caminando hasta que llegue a ese bloque habitable llamado hogar, subí las escaleras de forma pesada y torpe, la puerta del departamento estaba abierta (al parecer yo la deje abierta después de salir) pero que importa, los delincuentes le roban a gente importante, gente con preponderancia sobre la vida, no a vástagos con aires de grandeza que no luchan para que sus vidas cambien, simplemente se preocupan por mantener la copa llena y seguir palabreando al caos.

Al abrir la puerta, vi en la oscuridad total una sombra amorfa pero a la vez con delicados movimientos y curvaturas. Prendí extrañado la bombilla: la extraña figura era nada más ni nada menos que un pequeño gato.

Estaba echado en el roído sillón moviendo la cola cadenciosamente tratando así de ganar mi simpatía. En principio, lo tomé con la común indiferencia, lo corrí a un lado y me puse a beber. Estuve sumido en largas reflexiones sobre el día, la noche, los sueños y la cordura que me mantuvieron ocupado por un par de horas. Cuando volví en sí, estaba borracho.

Y ese inmundo gato seguía allí, lamiéndome, jugando con mis dedos, acicalándose en mis mangas. Ese detestable ser quiere destruirme, quitarme mis cosas. Sí, se lo que tramas, se lo que quieres, fuera de aquí, fuera de mi lugar, esta es mi miseria, no la tuya, fuera, fuera de aquí pedazo de excremento, ándate… ¡fuera!

(Silencio)

2 comentarios:

  1. Seras pariente de Edgar Allan Poe por que tienes una cierta fijación en los gatos.
    Como dije alarmante...

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